Este blog reúne las reseñas de libros de poesía que Arturo Tendero ha ido publicando cada semana desde el 9 de enero de 2016. En la última semana de cada mes, aparece un resumen en InfoLibre
Jordi Doce, No estábamos allí
JORDI DOCE No estábamos allí Pre-Textos, Valencia, 2016 |
El mundo es imperfecto y la literatura y
el arte han intentado durante demasiado tiempo transmitirnos la sensación de
que tiene sentido. Pero la vida no solo no acaba bien nunca, sino que muchas
veces tampoco empieza bien. Y el entenderla, aunque sea a ratos, es solo un
espejismo.
Yves Bonnefoy, La larga cadena del ancla
Foto: Éric Feferberg Agence France-Presse |
YVES BONNEFOY
La larga cadena del ancla
La hora presente
Edición, traducción y prólogo de Enrique Moreno Castillo
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2016
«Quien tiene el pensamiento del horizonte
no tiene dios: le bastan esas lejanías…». Yves Bonnefoy murió en 2016.
Ida Vitale, Mella y criba
Foto Samuel Sánchez
IDA VITALEMella y criba Pre-textos, Valencia, 2010 Sobrevida Selección y prólogo de Minerva Margarita Villarreal, epílogo de Jessica Nieto Esdrújula, Granada, 2016 |
«Solo
tendremos lo que hayamos dado». Con este verso, cercano a Juan de la Cruz, abre
Ida Vitale su poema «Patrimonio», en el que una vez más hace balance. Nacida en
Montevideo en 1923, Vitale ha sido compañera de generación de Mario Benedetti,
Juan Carlos Onetti, Carlos Maggi e Idea Vilariño.
Bajo la sombra del árbol en llamas
ANA MARTÍNEZ CASTILLO Bajo la sombra del árbol en llamas La isla de Siltolá, Sevilla, 2016 |
Hay
un surrealismo que parece brotar siempre de Sobre
los ángeles de Alberti y de Poeta en
Nueva York de Lorca, que fueron libros de cabecera de la Blanca Andreu de De una niña de provincias que se vino a
vivir en un Chagall. Ahí, con los mestizajes actualizadores, han mamado casi
todos los neosurrealistas españoles que han venido después y han merecido la
pena.
Entretiempo, de Juan Lamillar
foto Paco Fuentes |
JUAN LAMILLAR
Entretiempo
(Antología poética, 1982-2009)
Prólogo de J.L. García Martín
Ed. Renacimiento, Sevilla, 2016
Vivimos
sometidos al vaivén de las noticias. Hasta una mansa nevada nos supone un
sobresalto. Y no obstante, hay palabras capaces de hacernos regresar a la
quietud primordial. Cualquier poema bueno es un billete. Pero hay poetas con un
don característico para lograr que las palabras acaricien. Juan Lamillar
(Sevilla, 1957) ha regresado con una antología de las rayadas de Renacimiento.
Philip Larkin, Antología poética
PHILIP LARKIN Antología poética Edición de Damià Alou Cátedra, Madrid, 2016 |
Hace
poco más de un año que apareció la poesía reunida de Philip Larkin en una
lujosa edición en Lumen. Parecía que ahí estaba todo Larkin en castellano,
definitivamente, por lo que no esperábamos sorpresas. Sin embargo, echando la
ojeada rutinaria en Librería Popular, me encuentro con una nueva antología
firmada por Damià Alou, el mismo editor y co-traductor de la antología de Lumen.
El peligro y el sueño
El peligro y el sueño Selección poética de Andrés García Cerdán Frontispicio por Antonio Gamoneda Editorial Celya, Toledo, 2016 |
Las
antologías poéticas colectivas son muestrarios que sirven para agrupar autores,
relacionarlos o descubrirlos. La que nos ocupa, preparada por Andrés García
Cerdán, pretende acusar un fenómeno: la repentina aparición de un conjunto de
escritores con una cierta «coherencia y proyección» en una provincia, Albacete,
que hasta el siglo XXI prácticamente no había existido para el género.
Haiku de las estaciones
VARIOS AUTORES Haiku de las estaciones Coordinación Alberto Manzano, colaboran Francisco Lapuerta, Javier Parrilla y Tutomu Takagi Hiperión, Madrid, Edición d 1985 revisada en 2016 |
Hay
cosas que reconcilian con uno mismo: cuando el frío te arrincona ante una manta
y un buen libro, a veces se agradece lo que ya conocías. El haiku ha ido
expandiéndose sin perder su pequeño tamaño, se ha modernizado, se ha
occidentalizado, pero conviene no perder de vista sus orígenes y regresar a
ellos de vez en cuando para orientarse.
Trescientos poemas de la dinastía Tang
LITERATO SOLITARIO DEL ESTANQUE FRAGANTE
Trescientos poemas de la dinastía Tang
Edición bilingüe de Guojian Chen
Cátedra, Letras Universales, Madrid, 2016
«Todo
pasa desde siempre / como las aguas del río / que corren hacia el este». Las
palabras de Li Po tienden un vínculo entre todos los tiempos que la mente del
hombre ha podido abarcar.
En torno a Salomón y el Cantar de los cantares
CLARA JANÉS
Una estrella de puntas infinitas. En torno a Salomón y el Cantar de los cantares
Discurso leído el 12.06.2016
«El
enigma ronda la escritura» repite Clara Janés, para quien la poesía sale a
descubrirnos desde dentro. Por eso ha dedicado su discurso de ingreso en la
Real Academia al poema más enigmático, el Cantar
de los cantares. La piadosa mentira de que pudiera haberlo escrito el rey
Salomón diez siglos antes de Cristo, junto con la creencia de que pudiera
tratarse de una alegoría, lo integraron en el catastro de los libros sagrados
hacia el año 70 de nuestra Era. «Todavía me parece incomprensible», se
maravillaba Guido Ceronetti, uno de los más profundos exégetas del poema. En
realidad, como dice Janés, es un sartal de requiebros (por cierto llenos de
sensualidad y de picardía) que intercambian dos amantes. «No tiene principio ni
medio ni conclusión; como libro es el más descosido de los Hagiógrafos; no
contiene nada, no significa nada; nada más allá de una letra y una canción a
dos voces en una mala copia» recalcaba Ceronetti. Sin embargo se incluyó en las
Escrituras y se interpretó como conversación divina desde el siglo XII, e
incluso se le buscaron simbologías alquímicas en la obra de santo Tomás de
Aquino. Pero lo que a Clara Janés le ha interesado más es precisamente el poder
del enigma, el afán de desentrañarlo que impulsó en el Renacimiento a unos estudiantes
de la universidad de Salamanca, insatisfechos por la traducción de san Jerónimo,
a acudir a las fuentes originales hebreas. Arias Montano domesticó la
traducción convirtiéndola en égloga, pero Fray Luis de León la vertió
directamente al castellano, lo que le supuso los disgustos y desencuentros con
la Inquisición que, «como decíamos ayer», son de sobra conocidos. Y el caso es
que, los versos hebreos, carentes de vocales y por tanto muy ambiguos, una vez
reinterpretados por el agustino de Benavente, seguían siendo tan sensuales, y
por tanto tan incomprensibles para los que les buscaban una explicación
sagrada, que santa Teresa escribió: «tan oscuro nos queda como el latín». Y sin
embargo, el humus de aquel poema antiguo fermentó en la sensibilidad de san
Juan de la Cruz y rebrotó transmutado en el Cántico
espiritual. Ese es el viaje que resalta Janés.
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