Vicente Luis Mora: Mecánica

VICENTE LUIS MORA
Mecánica
Hiperión, Madrid, 2021

«Dejemos el realismo atrás, / es la puerta del olvido».

En su último libro de ensayo hasta la fecha, Vicente Luis Mora (Córdoba, 1979) criticaba «el etnocentrismo» imperante en la poesía española como un mal que comparten la superada «corriente de la experiencia» y la floreciente «poesía de las redes». A lo mejor impulsado por esa convicción, o porque al fin y al cabo esa es la materia que alimenta su escritura, Mora exhibe en su flamante libro Mecánica una poesía coherente con el título, que se desmarca de las sentimentalidades a las que estamos acostumbrados: «Persigo un pensamiento / diferente». La voz que nos guía por por los versos reacciona ante lo que le brindan los sentidos con sorpresa y con una frialdad que en ocasiones me recuerda la realidad paralela de Mátrix: «hundo la mano / en el torrente del tiempo, / siento bajo los pies el musgo fresco / de la nada más pura». Es imposible mantener esa ajenidad durante tantos poemas, y aunque Mora afirme que lo valioso es la ruina, «el resistir despedazado», aunque una rosa lo electrice, aunque «la que nos mantiene vivos» sea nuestra parte inhumana (bacterias, microbios), poco a poco vamos entendiendo que nos adentramos en un escenario crepuscular. El poeta escribe para llevarse la contraria, «con ganas de anular la voluntad»,  «¿Para qué?» «Para hallar una salida / a la tormenta interna / de lenguaje». Es la realidad la que nos observa y no nosotros a ella, «es el mundo la flecha. / Nosotros la diana», un pájaro despliega sus alas y el suburbio vuelve a ser naturaleza. «Antes, la basura estaba fuera de nosotros. Ahora está dentro». Hay que agradecerle a Vicente Luis Mora que juegue a explorar territorios inhóspitos, con «la conciencia de que la vida / es un error del cosmos», buscando las relaciones entre el lenguaje, el azar y la ciencia. A veces echo en falta en este escenario tan descarnado, tan mental, una emoción más convencional, hasta que comprendo que este extrañamiento, esta orfandad, este sabor metálico, son también emociones, y las eludimos porque nos desagradan.

1 comentario:

  1. «Antes, la basura estaba fuera de nosotros. Ahora está dentro».
    Si el Poeta lo dice...

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