Moisés Galindo, Naturalezas muertas

MOISÉS GALINDO
Naturalezas muertas
Los papeles de Brighton, Palma de Mallorca y Madrid, 2020

«Nada me pertenece / salvo esta absurda gratitud de ser, / y esta locura de la luz / que abrazo como un árbol».
Con muy pocos elementos, dos o tres nada más, la luz, la nada, compone Moisés Galindo (Sùria, 1963) un bodegón minimalista. De hecho, buena parte de las piezas son variaciones casi indistinguibles que apuntan al abismo: «se trataría del miedo, cruzarlo: / continuar el camino / allí donde nadie nos espera». Naturalezas muertas es un poemario hipnótico marcado por la desolación. Casi no encontramos asideros, anécdotas donde apoyar los símbolos que se repiten: «solo / describo / un ángulo». Y es como si camináramos por uno de esos escenarios de película distópica donde han desaparecido los árboles, los muebles, el paisaje, y nos rodea un espacio blanco, sin salidas, donde la única certeza es estar vivo y tener miedo: «aunque vuelo, / aunque amo, la luz no es suficiente». No nos basta la luz porque no alumbra cosas externas, sino el interior del que nos habla. Y, claro, surgen las preguntas, que es lo único que nos queda, preguntarnos qué somos y qué pintamos aquí: «¿Por qué esta forma de la luz, / esta insistencia de la sangre / en confundirme con un cuerpo que lleva mi nombre?». Se agradecen las escasas apariciones de seres vivos, ya sean pájaros o gatos, con los que la voz se compara: «Poco a poco / y sin miedo / acercarse / al secreto / de los gatos: // jugar con la luz, / acomodarse / en la nada». Son destellos, que se esfuman pronto: «Para mí es sencillo acomodarme en la nada. Desaparecer al borde de la luz. Hacerme invisible en el mundo de los hombres. Soy lo más parecido a un pájaro». En definitiva, el poeta se adelanta a toda despedida, como Rilke en su soneto. El libro, un objeto pequeño y manejable, de la editorial Los papeles de Brighton, ofrece las dimensiones que requiere este bodegón existencialista de Moisés Galindo. Tal vez a este tipo de poemas enigmáticos les convenga más ser pocos, escogidos, para que se intensifique su mensaje que con las variaciones va perdiendo interés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar tu opinión sobre este artículo