Reacciona


Stephane Hessel es un escritor de 94 años que fue torturado por la Gestapo y estuvo preso en campos de concentración nazis. Parece que esta parte de su currículo no le ha pasado factura. Me atraen dos explicaciones entre las muchas posibles: algún aspecto de su reclusión, tal vez el pasar tanta hambre, le ha permitido alcanzar la longevidad; o bien su naturaleza es tan recia que ha conseguido sobrevivir a las calamidades. El caso es que, muy cerca del siglo de existencia, ha demostrado su lucidez publicando un libro donde nos grita desde el título: ¡Indignaos! Como todos tenemos el cabreo a flor de piel, el libro ha sido un superventas en Francia las pasadas navidades y su popularidad se ha extendido por occidente. En realidad el volumen es un objeto ligero en todos los sentidos. Lo que hace es repetirnos las razones que todos conocemos o presumimos para abominar del sistema vigente, un sistema en que los bancos tienen en sus manos a los gobiernos y a su vez los gobiernos están exprimiéndonos para que los ricos sean cada vez más ricos, sin que nadie se queje en voz alta. A lo mejor a Hessel le han dejado alzar la voz porque es viejo. Solo los viejos, los niños y los borrachos ven al rey desnudo y se atreven a decirlo, aunque a los niños no se les oye y los borrachos después no se acuerdan. Aun así, era la señal que estábamos esperando. En España, el libro ha tenido una secuela, en la que los autores dan un paso más y gritan desde el título: Reacciona. Tenían ganas de leerlo. La indignación estaba ya conmigo antes de que la agitase Hessel y lo que necesito son más bien ideas para convertirla en acción en mi vida, en mis clases, y en mi incipiente aproximación a la política como aspirante a alcalde de mi pueblo. El libro empieza bien, con la intervención como telonero del economista José Luis Sampedro, nacido por cierto el mismo año que Hessel. Describe lo que ya sabíamos, que Europa está en coma y que hemos progresado en tecnología pero nos hemos estancado en valores, hasta el punto en que pensamos, como quieren los mercaderes, que todo tiene un precio y nada tiene valor. Federico Mayor Zaragoza añade que para que no haya una revolución violenta, tenemos que tener grandes sueños y perseguirlos hasta romper los límites de lo posible y redistribuir los bienes del planeta. Bellas palabras y hermosas sugerencias, pero ningún camino claro. El magistrado Baltasar Garzón, sorprendentemente para mí, que lo aprecio como símbolo pero (quizá influido por los infundios y por esa película sosa que protagoniza) empezaba a dudar de su valía, pone algunos puntos sobre las íes. Dice que el conformismo ante lo inevitable se ha convertido en la regla y que la solución pasa porque los ciudadanos españoles vuelvan a creer en la política; para conseguirlo se necesita que los políticos rindan cuentas de su actuación ante los electores sin ningún tipo de intermediarios. El economista Juan Torres asegura que la desmovilización ciudadana se debe a que la gente vive atenta a cosas que no importan o bien atenazada por el miedo a perder el trabajo y sus comodidades, y por la incertidumbre de qué pasará. Rosa María Artal explica el papel de los medios, señalando que el consumismo es adictivo, exactamente igual que la especulación: vivimos entre dos adicciones paralelas. Nos regala el proverbio africano de que mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, puede cambiar el mundo. Ignacio Escobar resalta que las redes sociales están desmintiendo en los países africanos y Oriente próximo la profecía autocumplida de que moverse no va a servir para nada. Los científicos Carlos Martínez y Jesús López advierten de que una sociedad que invierte en investigación básica se adapta antes y mejor a los cambios vertiginosos de la tecnología. Por último Lourdes Lucía añade que los que mandan tienen miedo de que dejemos de tener miedo, pero apostilla que los problemas sociales no se solucionan con individualismo, sino recuperando la comunicación directa: hablando, viéndonos y actuando unidos. / Varios autores: Reacciona. Aguilar, 2011.

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