Ana Pérez Cañamares: Fricción

ANA PÉREZ CAÑAMARES
Fricción
Bartleby, Madrid, 2022

«Escribo palabras como barandillas. / Me asomo desde ellas y no me caigo».

Ana Pérez Cañamares nació en Santa Cruz de Tenerife (1968) pero ha vivido siempre en Madrid. Ahora saca en Bartleby una selección de sus poemas decantados desde nueve libros diferentes. Tiene la virtud de que no es extensa y sin embargo representa bien su escritura hasta la fecha. Alberto García-Teresa, en un prólogo atento y pormenorizado, enumera los temas más recurrentes encabezándolos con un poema que vale por una divisa: «Escribo sobre mí / porque yo / soy cualquiera». Dice García-Teresa que la autora maneja el tono confesional que caracteriza a mujeres poetas estadounidenses como Sharon Olds o Anne Sexton entre otras. Las relaciones familiares juegan un papel importante en una trayectoria donde abundan incursiones en la poesía social, sobre todo contra el capitalismo, que invade hasta lo más íntimo: «Para decir adiós / he tenido que arrancarme / las cláusulas a tiras. / Así ha sido / una y otra vez. / Con cada persona / cada casa / cada ciudad». Pérez Cañamares enciende la metáfora para alcanzar lo innombrable. Así, cada vez que piensa en su padre «es domingo por la mañana»; cuando su madre tendía las sábanas sobre las matas de romero «las mariposas se elevaban / como pavesas azules»; siente que ella misma fue como madre intérprete de sueños, hada madrina y hasta Sherezade ahuyentadora de miedos. A su pareja le dice: «me tocas como lee / un ciego el Quijote». Desafía siempre ese punto de contradicción, de incomunicación insalvable, recurriendo al ser que compartimos: «yo no soy solo yo. Os he engañado». Cada vez más comprensiva con el mundo, afirma que Dios pertenece a las ruinas estériles, y que entre lo desconocido y nosotros hay un haz de luz «como lo hubo entre Dios y los santos medievales». Descubre en el amor la parte animal que nos iguala: «todas las perras que en el mundo han sido / venimos esta noche a tu ventana». Y prefiere tender puentes que juntar quejas: «por no añadir más culpa a la matanza / no juzgo ni sentencio a nuestra especie. / Me arranco la voz, acaricio perros».

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