Mariano Sánchez Soler, Para los que brillan con el beso eléctrico

MARIANO SÁNCHEZ SOLER
Para los que brillan con el beso eléctrico
Editorial Club Universitario, San Vicente (Alicante), 2019
«Yo siempre escribo para sobrevivir, escriba lo que escriba. Para sacar el cuello del agua».
El alicantino Mariano Sánchez Soler (1954) anda estos meses presentando por las Españas su libro sobre las riquezas de la familia Franco, un asunto en el que se ha especializado como periodista, igual que anteriormente escribió sobre el asesinato de los marqueses de Urquijo, cambiándoles el final del apellido para sortear problemas jurídicos. Casi al mismo tiempo, Sánchez Soler ha publicado un libro de poemas en el que vuelca su instinto combativo. Los que brillan con el beso eléctrico, desde el título de este libro, son los amantes de la nocturnidad y del rock, los que contemplan el planeta parcheado con la luz de las farolas y descubren con pesimismo que es muy mejorable: «Maloliente, navego en las farolas, / dentro del uniforme colectivo». Las fotografías en blanco y negro con las que Antonio Tiedra sorprendió a algunos de los ídolos de la música mundial ilustran casi la mitad de las páginas. El poeta conversa con ellos y con sus canciones, que terminan de arrojar sus sombras sobre la escenografía: «Neil Young me dice / que la tarde se desploma / como una ruina vieja». Y la ruina no es solo física, como la de aquellos domingos matinales de la infancia contemplando «restos de barcos que jamás naufragaron». Están las necesarias huidas del nido familiar, «ese cómodo amor / intercambiado sin demasiado esfuerzo»; están los viajes interminables («El tren nocturno es casi un hogar para mí; / he pasado más noches en él / que en muchas camas conocidas») y están los regresos en los que todo ha cambiado, incluso los oficios: «los hombres de la mar trabajan de barrenderos, / los campesinos son guardias municipales». Puede que haya cierta tosquedad en los versos, un ir al grano muy rockero, pero cada verdad tiene su propia manera de decirse y Sánchez Soler la busca en los «antros abarrotados y asfixiantes / donde los jóvenes matan el tiempo / canturreando mentiras». «Para sacar el cuello del agua» ha escrito estos poemas de rock y de cine. «Yo nunca existo fuera de una película».

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