![]() |
Foto: Jim Wilson, The New York Times
PHILIP LEVINEThe Simple Truth Prólogo y traducción de Juan José Vélez Otero Valparaíso Ediciones, Granada, 2017 |
«Si no puedes oírme, escucha / al menos la oración de la
tierra que desprende/ el olor del parto y los gusanos, o los cantos / de alas
húmedas y oscuras».
Los poemas de Philip Levine (Detroit, 1928- Fresno, 2015) arrancan
como cuentos, parten de una situación que casi siempre pertenece al pasado y
que el autor reconstruye con detalle. De pronto, en algún momento, se mezclan
con otra historia. Siempre hay un olor, una imagen, un sabor que pone en
comunicación dos vivencias aparentemente muy distintas en el tiempo y en el espacio
de la vida. Esa ventana inesperada entre la memoria y la realidad es el germen
desde el que Levine desarrolla sus piezas, muchas veces de largo aliento. Quizá
por ello algún compatriota lo ha comparado con Whitman, aunque está muy lejos
del tono apasionado del poeta de las barbas blancas y también de su naturaleza
desbordante. A cambio, las evocaciones de Levine tienen a menudo relación con
España, país donde vivió y donde persiguió los rastros de Federico García Lorca
y de Miguel Hernández, jugando a devolver la voz a aquella gente a la que
arrancaron la voz. Poemas por lo tanto narrativos, que van metiéndonos en
situación a medida que crecen, que buscan emocionarnos a partir de la
estructura, por acumulación, más que intentar sorprendernos con hallazgos
sintácticos o con imágenes. La edición
es bilingüe, lo que empieza a ser una costumbre muy conveniente y permite ir
contrastando la traducción con el original. Así comprobamos que los poemas,
aunque construidos en clave coloquial, fluyen con un ritmo que contribuye no
poco a embarcarnos en la situación. Aunque Vélez Otero ha recreado con bastante
fidelidad el contenido, incluso la forma, no ha podido trasladar la cadencia, y
así se nos escapa una parte importante de la magia. A veces nos sorprenden
extrañas traslaciones (en la página 144 traduce «no es tan tarde como parece»
el original «The clock says more than heaven»). Levine ganó el Premio Pulitzer
con The Simple Truth en 1995, con
versos como este: «Qué vida / nos esperaba? Los barcos / partían sin nosotros
de los puertos lejanos».
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar tu opinión sobre este artículo