Fernando Menéndez: Ni el número ni el orden

FERNANDO MENÉNDEZ
Ni el número ni el orden
Dilema, Madrid, 2023

«La luz / sin prisa. / Cumplidora, / sin ráfagas. / No hay / más
».

Al final del libro, en los agradecimientos, Fernando Menéndez (Oviedo, 1966) dice entre otras cosas: «para Pilar que me regaló el cuaderno». Y todo apunta a que este, su sexto poemario, ha ido componiéndose a partir de un ejercicio de disciplina de anotaciones en el susodicho cuaderno. Si no he contado mal, 146 piezas, que se caracterizan porque los versos constan de una sola palabra, de dos como mucho, de tres rara vez. Además de ser finos como pisadas de gaviota, los poemas son también breves, de un par de oraciones yuxtapuestas a modo de collage. La contracubierta nos advierte de que Menéndez trata de modular su intimidad y su contexto vital a partir de relaciones inéditas entre las palabras. Se colige que propone relaciones azarosas, convocadas por el método de las asociaciones automáticas, que requieren que el lector participe completando la imagen con su propia imaginación. Lo que no siempre sucede, claro. Como profesor de escritura creativa, Menéndez sabe lo que está proponiendo. El libro arranca con un epígrafe de Industrias y andanzas de Alfanhuí, la novela de Sánchez Ferlosio y con un poema truncado que parece sumergirse en el alfabeto indescifrable del personaje. En todo caso, finalmente, la validez de un poemario la define su capacidad de emocionarnos, y eso depende siempre de que el propio poeta sepa identificar y afinar las serendipias eficaces y nos las sirva. Hay un porcentaje razonable de imágenes bien traídas en el libro de Menéndez. Muchas miran a la naturaleza circundante: «Volvían / para / perderse / de nuevo / las sombras, / la emigrante / geografía / de los pájaros. / El viento / entraba / cada vez / más lleno». Otros poemas encienden lo cotidiano: «Pasan / los minutos. / Distinguirlos / de / la costumbre». También hay hallazgos aislados: «Pastor / de / mi fatiga». Y en cualquier caso, al ser tantos los fragmentos y tan breves, imponen un ritmo de lectura que se engrana bien con el afán de irlos descifrando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar tu opinión sobre este artículo