Miguel Ángel Curiel: Ökologie

MIGUEL ÁNGEL CURIEL
Ökologie
Huerga y Fierro, Madrid, 2023

«Esto es un rezo, / no hace falta / entenderlo, sino repetirlo / muchas veces
».

Nacido accidentalmente en Alemania (Korbach, 1966), Miguel Ángel Curiel es un poeta ensimismado. Como indica Simone Weil en una cita que el autor reproduce en el libro, «la atención absolutamente pura y sin mezcla es oración». Y Curiel vive atento a las palabras y a los mundos que generan. Yo diría que atento sin descanso, si nos atenemos a su prolija producción. Vive orando poemas. A menudo su intuición desata imágenes muy frescas y poderosas: «el aire repara los árboles», «en el amor matas a un ave con los ojos», «de las ovejas brota la hierba». Curiel escucha con gran sensibilidad a la naturaleza y registra en poemas sus dictados. Así, «mi madre canta desde dentro del sol, / me trae el sol, // entro en él / con mi armadura de barro». En otro momento: «en los guijarros / de la playa / resuenan todos los días del mundo / a la vez». No solo escucha, también dialoga con la naturaleza, e incluso se propone transformarla con sus versos: «este poema / intenta apagar / el sol // sí, / ya no creo / en las imágenes, // desbordan / el poema». Y no solo se relaciona con la naturaleza, también aprovecha la civilización: «por las palabras pasan los trenes / y los aviones negros». Y se descifra a sí mismo cuando el mundo se vuelve sucio en el cristal de la ventana y se encuentra cercado por la casa y por la gente, él que es un poeta de exteriores: «en la hora vacía llena de mí / globos de fiesta en la casa vacía, / les daba patadas, / terminaba hablando / con globos». Precisamente el gran problema de Curiel es su enorme facilidad, su dificultad para desconectar y tal vez también para cribar el fruto de tan inabarcable chisporroteo. Ökologie consta de 182 páginas y a partir de la 50 empiezan a surgir variaciones y repeticiones. Y no obstante, parte del atractivo de Curiel es su anarquía, un cierto descuido, su incansable vitalidad, que no se limita a las imágenes. Poemas como «Nieve» o como «Escorrentía» concentran los hallazgos y los articulan con emocionante sabiduría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar tu opinión sobre este artículo