Jon Fosse: Poesía completa. Volumen 1

JON FOSSE
Poesía completa. Volumen 1
traducción de Cristina Gómez-Baggethun
Sexto Piso, Madrid, 2023

«Porque la lluvia tiene una luz / y la oscuridad tiene una luz / como la luz de un barco en el fiordo / o de una casa solitaria
».

En octubre la Academia Sueca concedió el Nobel 2023 al noruego Jon Fosse (Haugesund, 1959), un escritor que ha conseguido practicar todos los géneros sin dejarse encasillar. Sexto Piso anunció enseguida que publicaría su obra poética en 2024, pero ha tardado solo dos meses en presentar en un solo volumen los tres primeros poemarios de Fosse. A pesar de las prisas no he detectado grandes errores como no sea un poema que aparece repetido. Buen trabajo el de la traductora Cristina Gómez-Baggethun para brindarnos en español versos de un idioma tan lejano. La edición es monolingüe. Los dos primeros poemarios de Fosse se mueven entre ecos y símbolos poco transitivos: hablan por ejemplo de "ángeles", también de "perros" que sin duda estarían más cerca de transmitir, pero que tampoco lo logran. En aquel tiempo Fosse se inspiraba mucho en Trackl. Eran libros evidentemente inmaduros (publicados entre los 27 y los 33 años del autor). Aun así, llama la atención algún poema de aire oriental: «qué delicia: tambalearse ebrio por un bosque al alba / afligidas campanas repican entre ramas negras / en el rostro gotas de rocío». El tema de la soledad empieza a imponerse: «El perro escucha el viento / con el corazón / en vilo, hasta que / de pronto / le atenaza / la soledad, y echa a correr». Mejora mucho el volumen cuando entramos en el tercer libro Perro y ángel (1992). Sobre todo cuando la soledad se concentra en una atmósfera de barcos, olas, madera húmeda y bodegas. Casi todos los poemas de este tramo merecen atención: (barca en la oscuridad), (pisa con cuidado), (el barco), (ola): «veo una ola / y pienso que todo es movimiento / no quiero saber lo que significa / entre tanto movimiento / que se mueve y significa». El libro ya no decae hasta el final, aunque las perspectivas cambian. Habla de un Dios muy terrenal, de pausas en las tareas cotidianas, de incomunicación en la pareja (con clima muy cercano al de su novela Trilogía). Ahora, más influido por Holderlin. «Pero déjame ir / a coger peras silvestres / para cumplir mi amor por ti / por tus senderos, oh tierra».

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