Juan Manuel Villalba: Poesía reunida 1984-2017

JUAN MANUEL VILLALBA
Poesía reunida. 1984-2017
C.C. Generación del 27, Málaga, 2021
«Todas las cosas que perdimos / nos conducen al fin a lo que somos; / porque somos la resta de una suma imposible». La poesía reunida de Juan Manuel Villalba (malagueño nacido en Madrid en 1964) permite apreciar su obra en perspectiva. Desde Fondos (1992), ha ido preguntándose quién era. Empezó sintiéndose un observador que no se involucraba: «Entonces ¿qué hacer, salvo / escribirlo, si no puedo ser parte, / si no tengo un papel en esta historia?». Más tarde, en Todo lo contrario (1992), compuso verdaderos relatos en verso para crearles escenarios a sus observaciones. Era otro modo de nombrar la distancia: fijarla en una enumeración caótica de lugares, en objetos como esos billetes pintarrajeados por manos anónimas que veía desfilar ante sus ojos de niño. Construía atmósferas, describía mundos heridos con lluvia y desánimo donde seguir buscándose, ser «muchos que se persiguen sin descanso» pero que no terminan de dejarse atrapar porque la consciencia establece una distancia insalvable: «si pudiera vencer la gran soberbia, / la empañada alegría / que supone seguir estando vivo…». El mismo tono se prolonga en Imaginación (2002), pero hay detrás la suficiente vida como para sacar conclusiones: «todo hombre que se precie necesita un infierno, / que contenga, a su vez, una salida, / una escapada, un paraíso». Por fin, en Linterna (2017), su último poemario exento hasta la fecha, se exhorta a dejarse atrapar: «Y ahora, con las manos vacías y con frío, / atrévete a sentarte y cuenta la verdad». Eso sí, renunciando a desvelar la propia vida, que «carece de interés literario»: «tu oficio es dejar huella quitándote de en medio / decir solo lo nuevo, o lo aún no pronunciado». No abandona tampoco el desdoblamiento que ha mantenido a lo largo de toda su producción, la  segunda persona, la conversación con el hombre que siempre va consigo. Y no obstante, quizá sean piezas intuitivas como «Cada cual», «No importa lo que seas…» o «He registrado todos los lugares…» las que mejor proyectan esa identidad tan huidiza, la sombría emoción de un poeta necesario.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar tu opinión sobre este artículo