Cees Nooteboom: Despedida. Poema en tiempos del virus

CEES NOOTEBOOM
Despedida. Poema en tiempos del virus
Traducción de Isabel-Clara Lorda Vidal
Visor, Madrid, 2020

«Y reaparecen las imágenes persistentes, / gente bien vestida que sale de viaje en busca de un compartimento que no existe, la / siguiente parada el Armagedón, un continente / sin tiempo». 

Cees Nooteboom nació en Holanda (La Haya, 1933), pero abandonó su primer trabajo, en un banco, para convertirse en un escritor nómada que maneja todos los géneros y en especial los libros de viajes. Hace unos meses sumó el premio Formentor de las Letras a otros muchos que ya acumulaba. Curiosa la historia de este premio, renacido en 2011, medio siglo después de que Carlos Barral y Jaime Salinas organizaran unos coloquios en el hotel Formentor de Mallorca, cuando también Cela vivía por allí. Crearon una red de editores con la que intentaron influir en el criterio y el mercado literario internacional. Usaron el premio Formentor como instrumento y se lo dieron a Samuel Beckett y a Borges. La aventura duró seis años. Ahora, la familia Barceló, que también estuvo entonces, respalda la Fundación que lo ha recuperado y que lo ha concedido en 2020 al viajero Nooteboom. El recién galardonado, mientras preparaba el discurso de recepción, ha sacado a la luz un poemario titulado Despedida. Poemas en los tiempos del virus. Un libro que se ha gestado entre inesperadas vicisitudes. Nooteboom, empezó situándolo en un jardín mediterráneo: «El poeta duerme. Esta es la hora del jardinero». De pronto empezaron a sobrevenirle imágenes de la guerra, «cadáveres que se mueven  / al ritmo de un paso de baile, carnaval // del miedo». Las imágenes difusas, seres sin rostro, desfigurados por la memoria o por el sueño, que duelen y a la vez se van disolviendo en el enigma, como si cayeran por el desagüe de la historia. El Covid dejó atrapado al escritor, tan acostumbrado a no parar, y se coló en el libro como una guerra añadida a la guerra de su memoria. El resultado es un solo poema compuesto de muchos fragmentos: «¿cuántos misterios puede uno soportar?». Isabel-Clara Lorda Vidal lo ha traducido del holandés en tiempo récord. La edición es bilingüe, pero habría que saber holandés para comparar.

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