León Molina, La poesía es un faisán

VARIOS AUTORES
(Selección de León Molina)
La poesía es un faisán
La isla de Siltolá, Sevilla,2019

«Lo singular de la poesía es que tampoco los poetas han sabido nunca muy bien lo que se traían entre manos cuando se obraba en ellas el pequeño pero inequívoco milagro de un poema redondo como una rosa».
Antonio Avendaño, el prologuista de La poesía es un faisán, pone el dedo en la llaga: aquella pregunta que se hizo Bécquer para ligar: «¿Qué es poesía?» se la han hecho todos los que han urdido versos desde que el ser humano descubrió la lírica. Se lo han preguntado ellos o se lo han preguntado los que los rodeaban. Y no hay una respuesta completa. La prueba es la recopilación que ha preparado León Molina seleccionando cientos de aforismos que revolotean en torno a una definición o dan pistas para capturarla, sin que ninguna pueda considerarse definitiva. Y sin embargo, por efecto mismo de la búsqueda, cada uno de los aforismos reunidos por Molina es un retazo de la gran verdad y se lee con gratitud. El propio seleccionador aporta su granito de arena: «si puede ser dicho de otra forma no es poesía». En la inmensa relación de los citados, hay españoles y por supuesto extranjeros, unos con más tino que otros; cada lector dirá, porque este «no es el trabajo de un especialista, sino el regalo generoso de un lector a otros lectores», como puntualiza el prologuista. Una parte importante de los aforismos abundan en que la poesía es más intuitiva que racional: «la poesía no es ciencia, sino sabiduría: una sabiduría de lo ignorado», señala Ángel Crespo. «El poema es inexplicable, no ininteligible», añade Octavio Paz. Y Wallace Stevens matiza que «un poema no tiene por qué tener un significado y, como la mayoría de las cosas en la naturaleza, no lo tiene». No obstante, el propio Stevens anota que «la poesía aumenta la sensibilidad para la realidad» y quizá por eso «es una forma de salud». Suyo es el aforismo que da título a la recopilación de León Molina: «la poesía es un faisán», o sea, vete a saber. Pero, tanto si uno quiere escribirla, como si quiere pasar un buen rato tomando sorbos de reflexión e ingenio, aquí tiene mil maneras de acercarse al género desde el aforismo.