Jesús Montiel: Un palacio suficiente

JESÚS MONTIEL
Un palacio suficiente
La Veleta, Granada, 2022

«Quizá no haya despierta / en el barrio otra mirada. // ¿Por qué tanta belleza sucediendo a escondidas?».

Jesús Montiel (Granada, 1984) nos advierte de que Un palacio suficiente será probablemente su último poemario. Explica que los corsés de la métrica le suponen un estorbo, que escribirá prosa y que «este libro mínimo, con vocación de bonsai», supone su despedida «como poeta profesional». A estas alturas a nadie le sorprende que un poeta abandonde la poesía incluso antes de los cuarenta, como es el caso. De hecho, vivimos tiempos en los que casi todo el mundo se permite el homenaje de volcar en un libro sus escarceos líricos para inmortalizar esta faceta de sus vidas. La inmensa mayoría de esos libros son espantosamente prescindibles. Muchos de los que aparecen bajo firmas consagradas también. Entre todos hemos ido dejando que se pierda el criterio que distingue lo que es poesía de verdad, cómo se lee y cómo se disfruta. Nos tienen desorientados nuestro penoso sistema educativo, los círculos de influencias, el culto al personaje antes que a la obra, la eterna prevalencia de las ventas sobre la calidad y la explosión suicida de las redes sociales. Será por todo eso que este lector disfruta hallando poemas que le emocionan donde poca gente va a buscarlos. La editorial granadina La Veleta ha suministrado libros necesarios antes que este, pero ya ni la reputación ayuda cuando hay que competir en una selva inextricable de editoriales y de voces. Montiel publica aquí su despedida y demuestra que es poeta aunque decida dejar de serlo. Dice que su libro es un bonsai y no le falta razón porque el reino vegetal suena con fuerza en unas piezas que son sencillas solo en apariencia «Ciegamente, lo creo: un árbol se ha posado en este mirlo». Con la firmeza apacible de los árboles, el poeta contempla a sus abuelos, el relevo que ofrecen, la inminencia que representan, disfruta del silencio de las pequeñas cosas y de volver a ser el niño que sabe trascender las rutinas del adulto: «Las palabras son piedras / pero fueron pájaros: / su vuelo se cayó, volviéronse costumbre».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes expresar tu opinión sobre este artículo