Susana Benet: Amiga de la calma

SUSANA BENET
Amiga de la calma
Polibea, Madrid, 2022

«Viejo colegio. / De nuevo aquel temor / a llegar tarde».

Verdadera orgía de lo breve este libro de Susana Benet (Valencia, 1950), amparado por la editorial Polibea. Contribuye a enmarcarlo José Manuel Benítez Ariza con unas palabras iniciales que son como pasos dados de puntillas para hacer el menor ruido posible, para que no deje de escucharse el silencio. Un reto improbable, del que sin embargo sale airoso. A continuación es la propia autora la que nos explica que ha sido lenta siempre, toda su vida, incluso para nacer; que llegar al colegio a tiempo cuando era niña se convirtió en una verdadera odisea. De aquel apuro brota el haiku que encabeza esta reseña. Un delirio de delicadeza que nos acerca hasta las piezas donde Benet se mueve en lo sutil con la naturalidad de un pájaro que revuela, observa y es capaz de ver lo que nos pasa desapercibido en medio del tráfago de la ciudad («Nadie la cuida / y sigue dando flores / la enredadera»). Benet capta contrastes y los plasma en sus haikus como si fuera lo más normal del mundo («Casa en ruinas. / Un coche de alta gama / frente a la puerta») o («Barrio desierto. / Desde un árbol resuena / la voz de un mirlo»). Con un puñado de piezas de tres versos va completando el puzzle de una vida sencilla, común, que logra sin embargo universalizarse. En los silencios de este caleidoscopio se adivinan sin molestar todos los ruidos de una gran ciudad, la Valencia donde vive y escribe esta mujer, que además pinta acuarelas y construye en unos pocos trazos un mundo elemental («Mientras las riego / cabecean las hojas / agradecidas»). Aparte de las dos introducciones mentadas, la de Benítez Ariza y la de la propia autora, después del capítulo de haikus, hay otro capítulo de tankas (haikus a los que se les añaden dos versos finales). En esa leve complicación se escapa un poco la esencia, que recuperamos enseguida en el tramo final con un haibun (prosa poética que lleva enredado algún haiku) titulado «Dos de mayo». Un digno colofón para tan sigiloso libro: («La mente en calma. / Abro un libro de haikus / como un misal»).

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