Rafael Fombellida: Mi lado izquierdo

RAFAEL FOMBELLIDA
Mi lado izquierdo
(Antología poética, 1989-2019) 
Prólogo de Xelo Candel
Renacimiento, Sevilla, 2021

«Y te inclinas hacia estos versos míos, / versos que vició siempre una leve demencia. / Te agradezco que lo hagas sin buscarles sentido, / sin hurtarles su euforia, su ausencia de razón, / mientras nieva sobre las uralitas».

Con estas palabras del poema «Moira», Rafael Fombellida (Torrelavega, 1959) ha condensado un autorretrato poético bastante ajustado. Es la suya una poesía singular en el actual panorama español por lo que tiene de expresionismo apasionado, acumulador de imágenes que a veces se le descontrolan, pero que cuando fluyen bien enfocadas transmiten la emoción sin que sea necesario entenderla, porque las emociones son en su esencia incomprensibles, sobre todo esas que consideramos negativas y por eso mismo resulta difícil usarlas como material poético. «Aunque tú no lo creas, estos actos / nos dan conocimiento. (...) / Quiero unirme al rencor de ser oscuro / y apedrear la puerta de un garaje / o arrollar algún perro con mi auto, / porque el dolor enseña cuando es otro / quien lo padece». Baudeleriano sin tapujos, Fombellida es capaz de expresar la ira, la lujuria, la violencia, con una autenticidad escalofriante y al mismo tiempo bella, porque los lectores de poesía somos rastreadores de autenticidad. Así, hay un puñado de poemas suyos que merecen ser considerados entre lo más certero que se ha escrito en las últimas décadas, la mayoría de ellos concentrados en su libro Violeta profundo («Matinal de domingo», «Geórgica», «Árbol de noche»...), pero algunos también anteriores y posteriores («Vendimiario», «Ella descansa»...). Todos los citados, y otras piezas notables, forman parte de esta selección, Mi lado izquierdo, que recorre el arco temporal de su escritura entre 1989 y 2019. Xelo Candel le ha añadido un prólogo minucioso y esclarecedor. Fombellida hace tiempo que renunció a sus poemas de los 80, porque considera que pertenecen al joven que ya no es. A cambio, y como guinda, añade tres inéditos que prolongan la coherencia del libro: «solo buceo en el invierno. Avanzo / como lo haría un saurio bajo el calambre apático / de las constelaciones».

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