Fadir Delgado Acosta: La temperatura exacta de su miedo

FADIR DELGADO ACOSTA
La temperatura exacta de su miedo
Castalia Ediciones, Barcelona, 2021

«Yo estoy aquí para enseñarte a caminar hacia el agua / y tú estás aquí para enseñarme el regreso».

La colombiana Fadir Delgado Acosta (Barranquilla, 1984) ha ganado la última edición del premio Tiflos con un poemario con personajes, lo que resulta infrecuente en un poemario, si es que a estas alturas podemos hablar de infrecuencias en cualquier género. Aparecen sobre todo un niño y un enfermo que miran la realidad desde sus dos perspectivas y ven cosas diferentes: «El enfermo suele esconder la lluvia / El niño juega a buscarla» dicen unos versos de «Falso diagnóstico». El surrealismo descarnado, un cierto desaliño, el tono naïf, casan muy bien con el modo en que pueden ver la vida estos dos personajes. Además el clima es un poco enigmático porque nos faltan referentes para comprender lo que está pasando, más o menos como sucede en El principito de Saint Exupery, lo que puede ser una virtud más que un demérito. El título nos da una perspectiva, nos pone sobre aviso: el enfermo vive la incertidumbre de su enfermedad: «y el porvenir es un animal de nieve / que los enfermos sacan del fondo del espejo». El niño, por su parte, se las arregla para buscar salidas al universo cerrado en el que le ha tocado vivir: «El niño tiene un libro de pájaros y ha aprendido a decir ventana / No es casualidad ―dice el enfermo». Ambos conviven en el poemario, pero sus miradas nunca confluyen: «El niño tiene en su mano una brújula que no funciona / Con ella juega a buscar caracoles en la casa / El enfermo tiene en su boca un termómetro que no funciona / Con él intenta medir la temperatura exacta de su miedo». Hay otros personajes: la madre, la abuela, Eme... pero a medida que uno va leyendo empieza a sospechar que son una mezcla. Y la sospecha se acrecienta en poemas que descolocan, como «Salida de emergencia» o «Conversación del niño enfermo»: «De la cara me salen pájaros ―dice el niño / Eso no es así ―dice la madre / Me salen cuando tú no me ves ―responde / La madre decide no ver al niño por largo tiempo / Cuando lo hace / es demasiado tarde: La cabeza del hijo ya es un nido».

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